1. INTRODUCCIÓN GENERAL
“Por los azares de los desencuentros con las calles lunares de Bogotá, tuve que vivir unos días con un bastón y luego con una muleta. Escribo esta breve nota para María del Pilar Pinzón y LA DISCAPACIDAD, con el fin de socializar un cuestionamiento que nació ante mi situación temporal…. No es a usar bien las muletas lo que tengo que aprender. Es a soportar las miradas confusas, sorprendidas, lastimosas, apáticas y sobre todo, repetidas, de las personas que cruzan apuradas por las calles perdidas. Para algunos soy más bien invisible y no ha faltado el que me mire con detenimiento, pensando quizá que le pediré una moneda. Las calles que muchas veces he recorrido de prisa, sin mirar nada ni a nadie, cuando el afán de los días corrientes se lleva la contemplación de la vida, y donde, hasta el más alegre de los flaneurs (paseantes) se olvida de la vida de los otros, se me hacen hoy tan largas y tan descompuestas”.
FRENTE A LA MIRADA DE LOS OTROS.
Alberto Bejarano.
www.letrasemiautomaticas.blogspot.com.
Este breve fragmento de una carta escrita por Bejarano a María del Pilar, permite vislumbrar desde una perspectiva más amplia, la realidad que es el diario vivir de millones de personas en el mundo, que por diferentes razones tienen una discapacidad y en la que el terreno de la indiferencia y la invisibilidad es ingrediente sustancial a dicha situación. Desde luego, tal circunstancia debe llamar a la academia, a la política y a las instituciones en general, a una reflexión, seria y profunda sobre el tema de la discapacidad, que permitan el cambio de las percepciones y actitudes que el imaginario social tiene frente a ella y el rol que puede jugar la sociedad y sus instituciones frente a la construcción y reconstrucción de nuevos paradigmas socializadores e inclusivos en el manejo de este complejo mundo de la discapacidad.
Los avances que se han realizado en el deporte, con tendencia significativa de elevada trascendencia en la sociedad del siglo XX, marca el derrotero de las sociedades de este siglo XXI, para establecer importantes hitos de alto impacto en lo social, la salud, la educación, la cultura, la economía del mundo moderno en general y desde luego también en el ámbito de la discapacidad, campo en el cual, sin lugar a dudas, a través del deporte, los grupos de personas con discapacidad han encontrado el más significativo espacio de reivindicación humana y portento especial para su visibilidad en a sociedad.
De hecho, una de sus manifestaciones más reconocidas se observa alrededor de los logros deportivos, de los millones de deportistas, que con alguna discapacidad y su actuación deportiva, lindan con los límites del tesón y el rendimiento físico y psicológico humano. Las olimpiadas paralímpicas se han constituido en el nuevo escenario que modela las infinitas posibilidades que el ser humano tiene para confrontarse a sí mismo y a los demás en un amplio mundo de inclusión social, cultural y desde luego deportiva.
Sin embargo, observar el deporte competitivo desde esta única perspectiva, es una posición demasiado simplista, frente a las profundas y amplias posibilidades que ofrece como importante medio de rehabilitación/integración/inclusión de millones de personas con discapacidad, como lo han venido haciendo y documentando, social y científicamente muchas organizaciones alrededor del mundo, para acabar el viejo paradigma de que sólo los más fuertes tienen espacio.
Es necesario resaltar su papel estratégico como símbolo, capaz de mover y transformar millones de voluntades de individuos y organizaciones, hacia una práctica creciente del deporte en el amplio espectro del mundo de la discapacidad. El alto rendimiento deportivo, sólo es una manifestación más de las otras como él se expresa en sus múltiples intervenciones en la sociedad, teniendo unas amplias posibilidades como mediador de procesos de crecimiento social y humano para la persona con alguna discapacidad.
En tal sentido es evidente y se tiene claridad, que el deporte para las personas con discapacidad el significado del deporte incide de manera directa en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, sin desconocer otros intereses que se mueven alrededor de él, como el comercio, la ciencia, la tecnología, la educación, la salud o los medios de comunicación y en el que hoy por hoy la discapacidad también ha ganado un amplio espacio.
En esa perspectiva el deporte para las personas con discapacidad se mueve estratégicamente por lo menos en tres tópicos vitales para su reflexión y permanente construcción: el deporte, la discapacidad y la inclusión social, que le dan un contexto específico a la actividad, pero deja abierta su exploración, estudios y acciones especializadas hacia la enmarañada red de relaciones e interacciones con otros ámbitos de la vida política, económica y social de las personas en general.
2. EL CONTEXTO DEL DEPORTE PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD
Millones de personas de todas las edades, alrededor del mundo, padecen algún tipo de discapacidad, lo cual les supone verse confrontados con obstáculos no sólo físicos, sino psicológicos, económicos y culturales que les impiden desempeñarse plenamente en los diferentes roles que la sociedad humana dispone para la satisfacción de sus necesidades, incluidas naturalmente las de aprovechamiento del tiempo libre, la recreación y el deporte.
La preocupación latente de organismos nacionales y internacionales por esa incontrovertible realidad y además responsables por la protección y garantías de los derechos humanos alrededor del mundo, han propuesto estrategias y alianzas de trabajo que permitan articular esfuerzos, recursos y acciones, algunas veces programáticas y otras muy puntuales, con grupos vulnerables de población, entre ellos los de personas con discapacidad, orientados a la generación de oportunidades y al aprovechamiento del potencial humano de estas personas, en los esfuerzos que la sociedad realiza para fortalecer el progreso de los pueblos y el mejoramiento de la calidad de vida de los seres humanos, buscando mayores oportunidades para el fomento de una mayor integración social, mayores posibilidades en materia de formación, acceso a la cultura, recreación y deporte y naturalmente a empleos productivos, así como acciones destinadas a combatir las actitudes negativas y perjudiciales que proyecta la sociedad.
Como queda en evidencia en el documento[1] elaborado por el Ministerio de la Protección Social de Colombia, ya desde hace más de dos décadas, se han venido trazando estrategias para el manejo de la “discapacidad” en el contexto de las políticas multilaterales. Así lo manifiesta el Programa de Acción Mundial para los Impedidos, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1982, que “…reitera la constante necesidad de promover la realización para el derecho de los impedidos a participar plenamente en la vida social y el desarrollo de sus sociedades y a disfrutar de condiciones iguales a las de otros ciudadanos, así como a participar en pie de igualdad en el mejoramiento de las condiciones de vida resultantes del desarrollo social y económico, debido a que más de quinientos (500) millones de personas en el mundo sufren de una u otra forma de incapacidad; de los cuales, cerca de cuatrocientos (400) millones corresponden a países en desarrollo...”
Hoy en particular, es evidente su relación con respecto a los denominados Objetivos del Milenio y con la promoción, protección y garantía de los derechos humanos. La Organización de Naciones Unidas, considera que uno de los motivos que a nivel mundial causa una profunda discriminación, es la condición de discapacidad que sufren millones de personas alrededor del planeta, afectando seriamente a los niños y los jóvenes. Se considera que en el mundo, la población con discapacidad[2] alcanza el 10% y en Colombia, el 12%. De acuerdo con Naciones Unidas[3] más de las dos terceras partes de esas personas vive en países en desarrollo, sólo el 2 % de los niños con discapacidad del mundo en desarrollo recibe algún tipo de educación o rehabilitación y en todo el mundo es directo y fuerte el vínculo que existe entre la discapacidad, la pobreza y la exclusión social, incluyendo en ello el acceso a la educación física, la recreación y la actividad deportiva.
El compromiso de Naciones Unidas ha tenido importantes avances y se destaca la aprobación del documento denominado “Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad” mediante el cual se convoca a los Estados Miembros a realizar acciones inmediatas encaminadas a la inclusión, rehabilitación y manejo de la discapacidad, incluyendo el tema de la recreación y el deporte, frente a lo cual plantea entre otras consideraciones[4], la importancia de garantizar que las personas con discapacidad, puedan participar en pie de igualdad con los demás, en actividades recreativas, de esparcimiento y deportivas, incluyendo instrucción, capacitación, recursos apropiados a su condición, accesos a instalaciones deportivas, recreativas y turísticas.
Por su parte, para el caso colombiano, el Instituto Colombiano del Deporte y el Comité Paralímpico Colombiano, en el plan decenal denominado “DEPORTE ACCESIBLE PARA TODOS”[5], pone en evidencia que “… Sin embargo, es claro que el acceso y la participación de las personas con discapacidad en manifestaciones culturales, recreativas y deportivas, siguen siendo insuficientes, debido a la falta de una política pública que incorpore respuestas a sus necesidades y espacios para su desarrollo… En esta perspectiva, es importante resaltar que el tratamiento que se ofrezca al deporte de las personas con discapacidad, desde el Estado, debe responder a criterios puntuales que tengan en cuenta no sólo la organización en el ámbito nacional e internacional, sino también las necesidades y expectativas de los deportistas con discapacidad… y configuración de un nuevo imaginario social de la actividad paralímpica colombiana, que le permita a la población con discapacidad un adecuado nivel de integración familiar y social que, entre otros aspectos, propicie la inclusión en condiciones favorables y equitativas”
A lo largo de la historia de la intervención en discapacidad, se ha consolidado un enfoque de derechos en el cual fundamentalmente se da plena vigencia hacia derechos fundamentales como el reconocimiento de una vida digna, libre y de acceso a los bienes y servicios que la sociedad ha dispuesto para la satisfacción de las necesidades humanas, incluidas naturalmente las necesidades lúdicas, de actividad física y deportivas que hacen parte indivisible de la dimensión integral de las personas. En ese proceso de intervención quizás como ningún otro medio, el deporte ha jugado un papel fundamental para la visibilidad de la discapacidad y su reconocimiento por parte del colectivo social; en ese mismo sentido el Estado, se constituye en un garante para la vigencia, promoción y respeto de los derechos esenciales que les atañen a las personas con discapacidad.
En ese proceso de desarrollo del tema de la discapacidad en general y aún dentro de la perspectiva de la inclusión social y específicamente dentro del ámbito propio del deporte, la recreación y la actividad física, las instituciones oficiales multilaterales y nacionales, las organizaciones civiles, la academia, la investigación, la ciencia y la tecnología han colocado al servicio de estos grupos especiales de la población, diversas herramientas que buscan su reconocimiento e inclusión social en las diferentes actividades que desarrolla normalmente el ser humano. Ha dispuesto normas para garantizar su ocupación laboral, para garantizar su acceso a diversos bienes y servicios, ha generado estrategias metodológicas y pedagógicas para su intervención, ha construido espacios de integración e intercambio social, cultural, deportivo y recreativo en beneficio de estos grupos.
Sin embargo, subsisten dificultades en diversos órdenes: se desconocen avances, medios, pedagogías mediadoras de aprendizajes especiales, pero sobre todo aún prevalecen serios obstáculos en la sociedad en general para comprender, entender y respetar las posibilidades de crecimiento y potencialización de las facultades de las personas con discapacidad en donde el deporte, la recreación y la actividad física organizada y sistemática, sin lugar a dudas, pueden jugar un papel fundamental.
Es pues necesario llamar a la reflexión a los diversos actores políticos, sociales, económicos y deportivos hacia la integración, el intercambio de saberes, de acciones y recursos que permitan avanzar en la consolidación de políticas y estrategias públicas, que orienten de manera objetiva procesos de inclusión e intercambio social verdadero a través de las actividades físicas, recreativas y deportivas para las personas con discapacidad.
Estudios, programas y actividades reflexionadas y construidas desde los contextos propios del mundo de la discapacidad, como por ejemplo, sobre las amplias relaciones entre tiempo libre, deporte y discapacidad y dentro de ello, la problemática del tiempo libre, la actividad física, la discapacidad y la inclusión social como componentes estructurales que los desarrollan, constituyen hoy una fuerte tendencia de carácter académica, programática e incluso política a través de las cuales, verdaderamente pueda abordarse y apropiarse para las personas con discapacidad los beneficios que puedan derivarse de un positivo aprovechamiento del tiempo libre, dentro de los amplios conceptos de promoción y desarrollo de estilos de vida sana o como parte esencial del mejoramiento de la calidad de vida.; en tal sentido será necesario avanzar tanto conceptual como pragmáticamente en estrategias que permitan intervenir de manera efectiva sobre la calidad de vida de estas personas, a través de las actividades físicas, recreativas y deportivas dentro de un amplio marco real de inclusión social y de desarrollo humano.
En esa misma perspectiva, habrá que propiciar espacios de desarrollo para la actividad física para las personas con discapacidad, pero de manera especial de profundizar en la perspectiva de los conceptos, programas y estrategias que articulen de manera efectiva para estos grupos poblacionales la educación física, el deporte y la inclusión social, generando espacios para el intercambio de metodologías, currículos y otros temas de orden pedagógico que orienten un proceso de formación inclusivo en el sector educativo y naturalmente en el espacio deportivo.
Una mirada fundamental en este proceso de comprensión y de apreciación del deporte, la discapacidad y la inclusión social, será la de intentar explicar la problemática esencial que transforma la vida de las personas y de la sociedad a través de la ciencia y la tecnología. En tal sentido es indispensable reflexionar y generar acciones en torno a los avances de la ciencia y la tecnología y sus aplicaciones al deporte para la discapacidad, en la posibilidad de explorar tendencias, novedades y experiencias que permiten abordar de manera especial el tema de las instalaciones, equipos y materiales para el manejo de las actividades físicas, recreativas y deportivas de personas con discapacidad, que indudablemente llevan implícitos significativos ingredientes que se relacionan estrechamente con la inclusión social, incluyendo desde luego, los temas pertinentes a la preservación de la salud y el manejo de los riesgos deportivos controlados o no que se deriva de la práctica deportiva y recreativa.
No se puede hablar del deporte, la discapacidad y la inclusión social, sin tocar el aporte del deporte paralímpico en este fenómeno. Pues bien. A través de él dado su alto impacto en la sociedad y en los medios masivos de comunicación, se identifican las tendencias del deporte para las personas con discapacidad, reconociendo que tanto a nivel mundial como en el plano nacional hay rutas marcadas hacia las cuales tiende su desarrollo y en las que el Estado y la Sociedad Civil cumplen un papel estratégico; así mismo, a través de un profundo análisis sobre este tema tan particular del deporte paralímpico, pueden abordarse entre otros y de manera especial tópicos referentes al conflicto y la contradicción que se genera entre inclusión social y el deporte competitivo, caso en el cual, se pueda establecer por un lado el altísimo significado y trascendencia del deporte de alto rendimiento para personas con discapacidad como un elemento promotor y difusor de la actividad deportiva para este grupo especial de personas en la sociedad.
Así que entonces, puede afirmarse que un mundo deportivo, para las personas con discapacidad en el cual no se hable de inclusión y de desarrollo humano no es viable para la sociedad en su sentido más amplio y no únicamente referida al grupo poblacional específico, es decir, necesitamos una sociedad inclusiva, abierta a la integración, al intercambio social y humano, que acepte la diversidad, el respeto por los derechos humanos y la naturaleza humana como elementos estructurantes del desarrollo social de los pueblos. No podrá hablarse de desarrollo humano sostenible, si no hacemos sostenible a la sociedad y no es sostenible una sociedad donde subsistan exclusiones de cualquier naturaleza.
Para finalizar este artículo, es necesario recordar aquí una hermosa cita del exsecretario de la ONU el señor Kofi Anan: “no tendremos desarrollo sin seguridad, no tendremos seguridad sin desarrollo y no tendremos ni seguridad ni desarrollo, si no se respetan los derechos humanos”
[1] MINISTERIO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL. Discapacidad e integración sociolaboral en Colombia guía metodológica para la implementación del modelo. Bogotá. D.C. 2006.
[2] AUPEC. CIENCIA AL DÍA. La ciudad, cárcel para personas con discapacidad. UNIVALLE. 1997.
[3] NACIONES UNIDAS. Derechos humanos y discapacidad. Ginebra. 2002
[4] NACIONES UNIDAS. Comité Especial encargado de preparar una convención internacional amplia e integral para proteger y promover los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad. Nueva York. 2006.
[5] COLDEPORTES – CPC. Plan para el fortalecimiento del comité paralímpico colombiano - CPC -. 2005 – 2016. “Deporte accesible para todos”. Bogotá. 2005.